PRODIGIOS DEL EO. 2016

Uncategorized

PRODIGIOS DEL EO. 2016. D.L. : As 4.024-2016. Imprime: Imprenta Gofer. Pág. 30 – 31

Por, Antonio Masip Hidalgo

…/…

Nuestro Pérez de Ayala, de no menor poética y cultista, hablaba de «la región de la húmeda niebla de oro» lo que, en determinados anocheceres eotos, es más verdad que metáfora, cuando Ribadeo, desaparecido en la neblina, enciende sus áureas luminarias urbanas. El juez Alejandro Sela, desde Vilavedelle, veía, lo mismo que nosotros, «acorde de amarillos», incluso antes de la luz halógena, predominante hogaño en tardes mágicas. La pureza de lo dorado tiene, para Sela, un contrapunto líquido, de lengua de plata.

Mediavilla vuelve sobre parecida imagen caleidoscópica: el aire se llenó de cenizas que ascendieron de manera que el sol dejó de brillar quedando reducido a un círculo opalescente.

Ernst Jünger, decano de los escritores europeos, con el que Aida y yo mantuvimos animado encuentro, buscaba el campo para renovar sus grises.

Vicente Loriente Cancio, en el BIDEA, destaca la visión de Sela, juez/testigo, pintor, escritor, cuando el Eo y el Occidente eran menos conocidos.

…/…

REVISTA DEL DESCENSO. Agosto 2013. Centenario de Alejandro Sela

Uncategorized

REVISTA DEL DESCENSO. ASOCIACIÓN AMIGOS DE LA RIA DE NAVIA. Agosto 2013. Centenario de Alejandro Sela

El 14 de febrero de 1911 (el día de los enamorados, solía resaltar él) nacía en Vilavedelle (Castropol) Alejandro Sela, uno de los componentes de un grupo de amigos que acertó a crear en la Navia de mediados del siglo pasado un ambiente cultural que cabe recordar con añoranza.

Procede pues dedicarle un recuerdo de aniversario y para ello, se reproduce a continuación uno de sus artículos, escrito y publicado en agosto de 1958 en un folleto titulado «Navia», que ilustró Álvaro Delgado

El texto, que nos parece encantador, tiene un exquisito toque de ingenuidad que nos transmite sensaciones muy próximas a lo que sería el arte naif en la pintura, pero por encima de todo, muestra un excelente dominio del lenguaje literario, que A. Sela siempre puso de manifiesto en toda su obra.

Texto: NAVIA; 19580800 Folleto Turístico NAVIA.

REVISTA DEL COLEGIO DE MÉDICOS DE ASTURIAS. Julio-2008. Vida y obra de Alejandro Sela

Uncategorized

REVISTA DEL COLEGIO DE MÉDICOS DE ASTURIAS. Julio-2008. Comentario a la vida y obra literaria de Alejandro Sela.

Revista del DESCENSO. Agosto 2003. Alejandro Sela: Recuerdo y Comentarios.

Por, Venancio Martínez Suárez. Pediatra.

Para tener idea cabal de una figura debe encontrarse la distancia adecuada, justa; no demasiado próxima, para que descubra su luz y sus sombras, sus relieves o veladuras. Así, se nos define la unidad y totalidad de las cosas, su valor y medida, su contenido y su forma compacta. Y en la vida del hombre la distancia la da el tiempo – los días o las horas para sus circunstancias personales, los años para su interpretación total-.

Alejandro Sela falleció en su casa de Navia hace 25 años, una mañana de domingo, el 28 de octubre de 1982. Había nacido en Vilavedelle (Castropol) el 14 de febrero de 1911. Su padre, natural de Seares, emigró a Méjico, donde permaneció un tiempo hasta que ya maduro retornó al terruño familiar para casarse. Alejandro fue el segundo de tres hermanos, aunque el primogénito falleció prematuramente – a los doce años – probablemente por una angina diftérica. El mismo Sela preadolescente fue enviado a Fonsagrada durante algo más de un año para reponerse de una afección tuberculosa. Este acontecimiento pensamos que debió de ser decisivo en sus inquietudes humanísticas, como ocurrió con un sinfín de apasionados lectores que han cuajado en los dilatados retiros prescritos para los procesos neumotísicos en el primer tercio de siglo. Encontramos otra explicación a sus inclinaciones literarias en la labor pedagógica de la Biblioteca Popular Circulante de Castropol, fundada en 1912 por un grupo de jóvenes universitarios que denuncian la situación de ignorancia del pueblo, no sólo por el gran número de analfabetos existente, sino también por la falta de curiosidad de los que no lo son” (1). Ya repuesto cursó el Bachillerato Elemental en el Instituto General y Técnico de Lugo en régimen de alumno libre entre 1923 y 1927. Ese último año ingresa en el Instituto Agrícola Alfonso XII de Madrid, finalizando sus estudios en la Escuela Profesional de Peritos Agrícolas de Moncloa en 1930. Sabemos que el 24 de junio celebra una cena de fin de carrera con compañeros y profesores en un restaurante de la Dehesa de la Villa que funcionaba como sucursal del famoso “Antigua Casa de Botín”. En abril de 1931 todavía permanecía en Madrid, desde donde envía un telegrama al periódico castropolense El Aldeano – firmado también por Claudio Penzol y otros allegados al proyecto periodístico – felicitándose por la proclamación de la II República. De vuelta a Vilavedelle ejerce como agrimensor y asesor de las pequeñas explotaciones locales, si bien “los paisanos no entendían que hubiera que pagarle por ese trabajo a un chaval del pueblo”. Es posible que esta incomprensión, la legítima ambición y la confianza en su propia capacidad lo animasen a completar durante 1931 y 1932 el Bachillerato Superior en el Instituto Nacional de Segunda Enseñanza de Oviedo, también en régimen “no oficial no colegiado”. El 15 de junio de 1931 firma un contrato como profesor en la Escuela Agrícola “Pedro Murias” de Villaframil en Ribadeo. En septiembre de 1932 se examina y aprueba las cuatro primeras asignaturas de derecho en la Universidad de Oviedo, finalizando su licenciatura como alumno libre en enero de 1936 en convocatoria extraordinaria adelantada a la oficial y ordinaria de junio. Los años previos a la Guerra Civil Sela compaginó sus obligaciones universitarias con trabajos en los tribunales de Oviedo y cumplió el servicio militar obligatorio, del que fue licenciado el 5 de septiembre de 1933. En 1936 tenía veinticinco años y poseía dos títulos universitarios; todo ello preservando su vocación frente a las dificultades y sinsabores que parecían limitar su horizonte al apocado ambiente rural y campesino de aquella época.

Se incorpora a filas el 1 de octubre de 1936 con destino en el Regimiento de Infantería Milán no. 32 de Oviedo, donde permanece hasta el día 15 de noviembre del mismo año. Su vivencia de la guerra queda dramáticamente señalada por el fusilamiento de su amigo Rico Eguíbar, con el que se había cruzado en la calle apenas dos horas antes de que fuese capturado y ejecutado. Ejerce como abogado defensor republicano durante los primeros meses de la contienda y recibe la licencia definitiva en Villarrobledo (Albacete) el 10 de junio de 1939, según consta en el Pasaporte de Viaje a Vilavedelle.

En 1945 llega a Navia como Juez Comarcal, instalándose en el Hotel Mercedes. Contrae matrimonio con Doña Maruja Pérez Lobete – Inspectora de Sanidad y con farmacia abierta en la villa desde 1944 – dos años más tarde. Es frecuente en esas fechas su presencia en publicaciones de ámbito local y regional, ejerciendo el periodismo con notable desparpajo y elegancia, y explayando como cronista ocasional su pluma ágil en deliciosas entrevistas. Mantiene una entrañable relación de amistad con Justín el analista, Manolo Méndez, Álvaro Delgado – desde su llegada a Navia en 1955 -, el maestro rural José María de Miñagón y el notario Enrique Alpañés – hasta su marcha en 1957 -. Con ellos se desplaza en alegres excursiones por los pueblos de la comarca en busca de tipos, casos y cosas que le ayuden a «penetrar el fondo de estas tierras y sus gentes”. Ya en aquellos tiempos era habitual encontrarlo por la mañana en el Café Oriental – sentado al fondo del largo diván corrido con la capa española o la americana doblada sobre el respaldo de una silla y el sombrero a su lado -, donde proyectaba y trabajaba diariamente sus escritos, o esbozaba sus pinturas. Y verlo durante las mañanas calentar sus pies caminando en la parte posterior del parque mientras miraba a Campoamor “en efigie, estatuado en bronce”. Frecuentaba también el Café Martínez, cenáculo de tertulias eruditas, de chismes locales y conversaciones disparatadas, donde además podía vérsele solo o rodeado de algunos niños a los que impartía improvisadas clases de dibujo.

En el año 2000 la Academia de la Llingua compendia diez colaboraciones periodísticas en Gallego-Asturiano aparecidas en El Aldeano de Castropol entre 1931 y 1948 y firmadas bajo el seudónimo de Tío Pepe, con un breve y delicioso preámbulo crítico de Xosé Miguel Suárez. En estos escritos Sela habla por boca de personajes – tía Marica, Pepía del Peneireiro, Penelo y demás, a los que idealiza en sus modos y lenguaje, adoptando una actitud verdaderamente responsable ante el propio legado cultural. En su léxico y en su fonética oímos hablar a nuestros antepasados y a muchos de nuestros amigos, aunque la razón sentimental no puede distraer la calidad de su mejor creación literaria.

En la primavera de 1957 aparecen recopilados en Hacia la ría del Eo una serie de dieciocho “ensayos breves de amor y más cosas”, calificados de “admirables” por Gregorio Marañón, de “maravillosa colección de estampas” por André Camp y de “obra deliciosa” por José Vasconcelos; y que proporcionaron a Otero Pedrayo “momentos deliciosos y evocadores de la ternura y fuerza de las Asturias occidentales”. Incluye Salutación a un fresno, su artículo más conocido y personificación de un árbol que se refleja en el discurrir manso del río. La imagen es entonada por Alejandro Sela con un acento que destila una gran sutileza lírica y apuntala en dos versos de sendos sonetos de Quevedo, “príncipe de los literatos”, “fenomenal amador” y “extraordinariamente inteligente”. Cierra esta colección La Searila, «una historia de amor pleno, sublime”, publicada ya en 1955 en un ligero folleto junto a un escolio explicativo de Jesús Martínez.

En 1960 da a la prensa veintidós nuevos artículos editados bajo el epígrafe De vuelta del Eo, ilustrados por quince dibujos de Álvaro Delgado (de quien fue uno de sus primeros críticos públicos: “Esto es arte” afirmó adelantándose a otros muchos), y que como en la serie anterior persiste como tema dominante las especulaciones literarias sobre el amor, entreveradas con líneas de exaltación casi mitológica de paisaje físico y espiritual de su tierra. En ellos simula poseer una visión ingenua y sorprendida de pueblos, hombres y cosas, descubriéndonos las huellas que la vida y el tiempo habían ido dejando impresas en su corazón.

Son años en los que realiza investigaciones sobre los vinos españoles, lo que le permite colaborar en diversas revistas vitivinícolas (Dyonisios y La semana Vitivinícola). Uno de estos estudios fue premiado en el Congreso Nacional del Vino. En 1971 publicó Vino, Amor y Literatura, obra también galardonada, en la que se entremezclan consideraciones técnicas eruditas sobre enología con los frutos de sus constantes y pacientes pesquisas literarias sobre el tema. Sela plasma en estas páginas de literatura andariega – “con un lenguaje de paseo” – su propensión a la vida solitaria – de «monje exclaustrado”-, estableciendo una distancia entre él y las cosas, que muchas veces se traduce en ironía retórica, casi en socarronería.

En estos tres libros pone Alejandro Sela sus referencias literarias en los clásicos españoles. Son decenas las citas de Quevedo y algunas de Cervantes. Y significativo de su aprecio por San Juan de la Cruz y Santa Teresa es el viaje a sus tumbas en Segovia y Alba de Tormes transportando unos ramos de camelias recogidos en Viladevelle. La “tradición eterna legada por los siglos”, el interés por el paisaje como elemento sociológico, el gusto por lo tradicional y local, son marcas que surgieron de lecturas y continuos subrayados de Azorín, Baroja, Unamuno, y también de Ortega y Marañón, de quienes es patente la influencia estilística, de gusto y de ideales. Sus relatos muestran una actitud meditativa, con alusiones a la naturaleza desde una percepción sensitiva: recrea en sus escritos el momento del día, la estación del año, proyecta su talante melancólico sobre las nubes, el sol o las olas del mar. Utiliza la observación perseverante y aguda como forma de objetivarse, como excitante del conato artístico. Es lo que Pérez de Ayala definió como “la intervención telúrica”, la absorción y colaboración del ambiente en la obra creativa.

Alejandro Sela García pasa los últimos años de su vida aquejado de un pertinaz abatimiento depresivo, agravado por algunos problemas cardíacos premonitorios de la causa de su muerte. Sus restos mortales reposan en el panteón familiar del hermoso cementerio parroquial de Seares, a escasa distancia de la casa que le vio nacer y rodeado de los mismos paisajes que forjaron su forma de soñar y de entender el mundo.

Esta breve semblanza pretende aproximar al lector a la vocación definida y al denuedo ejemplar de un tipo humano extraordinario. Debiera, además, ser para todos un motivo de reflexión sobre el olvido. Ya dejamos escrito que los pueblos no pueden vivir de espaldas a su cultura. Y nos parece inexcusable que en ellos los días se desenvuelvan en la ignorancia de aquellos que dieron sus mejores afanes a la comunidad en que nacieron, vivieron o trabajaron. Porque sólo sabiendo y asumiendo nuestro pasado seremos plenamente nosotros. Y así cobra sentido la historia.

  1. Obra surgida por iniciativa del intelectual castropolino Vicente Loriente Cancio. Orientada por el ideario político reformista e inspirada por el modelo de la Junta de Ampliación de Estudios, contó con el apoyo del Ayuntamiento y la Diputación, obteniendo financiación mediante donativos de naturales del concejo emigrados a América, suscripciones y aportaciones particulares. Referencia: Domínguez Sanjurjo, M Ramona. La Biblioteca Popular Circulante de Castropol. 1921-1936. En Actas del Primer Congreso de Bibliografía Asturiana. Oviedo, 11-14 de Abril de 1989. Consejería de Educación, Cultura, Deportes y Juventud, 1992, II, pp.688-700.

LA NUEVA ESPAÑA. 22-11-2005. Sobre Alejandro Sela

Uncategorized

LA NUEVA ESPAÑA. 22-11-2005. Pág. 31. En
tierras de la Searila

Por José Ignacio Gracia Noriega

…/…

Pero el escenario más romántico de la ribera del Eo, ya encaminado hacia el mar, no está en Barres, sino en Seares, que en la primera mitad del siglo XIX pertenecía a Castropol, y ahora pertenece a Vegadeo. Seares, según escribe Alejandro Sela, “está enclavado en una hondonada que forman poblados montes de pinos, robles y castaños”. En un barrio de esta parroquia, el de río Seares, se encuentra una casa de regulares dimensiones “con traza de haber sido construida y vivida por gentes de condición social elevada – señala Alejandro Sela -. Hoy es una casa de labranza como cualquier otra, pero está muy deteriorada. A simple vista, sin embargo, se nota su ranciedad y su abolengo de origen”. Nos detenemos sobre ella, ya que se encuentra debajo del nivel de la carretera. Luis López, propone bajar por el prado, pero está lloviendo y yo repito lo que dice el filósofo de Nueva: “Andar por gusto…”. Este filósofo, en tiempos de la tejera, iba andando hasta Burgos, porque no quedaba otro remedio. Pero cuando ve a los “nuevos ciudadanos”, sudando el chándal por las “rutas del colesterol”, repite pensativamente: “Andar por gusto…” ¡Qué tontería y desperdicio de tiempo! Así que nos quedamos contemplando la “Casona” desde arriba. Esta casa perteneció a los Pérez Castropol, descendientes de un gobernador de Cuba durante la época colonial. En ella nació en 1814 Rosa Pérez Castropol, la romántica Searila, la mujer más bella de las dos riberas del Eo, famosa por sus amores con Antonio Cuervo, de Piantón, prometedor letrado que llevaba camino de hacer buena carrera política (la haría posteriormente, cuando se le hubo pasado el frenesí amatorio y necrofílico).Después del casorio entre ambos, Antonio Cuervo hubo de ausentarse. Según algunos, marchó a ocupar un cargo político en Santander, según Luis López, que prepara su biografía, perseguía por los montes a las partidas carlistas. En su ausencia murió la Searila de parto. Cuervo corrió a su lado, reventando caballos, y al saberla enterrada, la desenterró y le arrancó unos rizos; también le dedicó unos versos melancólicos y solemnes, que suenan a Poe:” Solitaria mansión del sepulcro,/ sólo en ti mi esperanza se encierra…”.

…/…

LA NUEVA ESPAÑA. 18-1-2004. Sobre Sela

Uncategorized

LA NUEVA ESPAÑA. 18-1-2004. Pág. 104. Pérez de Castro, patrón del Eo

Por Eduardo Lagar

…/…

– ¿Y qué le aporta tanta colección?

– No conozco otra cosa que dé más satisfacción personal que coleccionar. Conocí un juez (Sela) que coleccionaba sabores de vinos. Viajaba a cada bodega para probarlos justo donde se hacían. Le preguntaban que donde estaba su colección y él respondía: “La colección la llevo dentro”…/…

EL ALDEANO. REPRODUCCIÓN FACSIMILAR. 2003. Presentación.

Uncategorized

EL ALDEANO. PERIÓDICO DE INFORMACIÓN REGIONAL. REPRODUCCIÓN FACSIMILAR.

Excmo. Ayuntamiento de Castropol. 2003.

Presentación

Por Vicente Álvarez Areces. Presidente del Principado de Asturias

…/… Periódico comarcal más que local, decidido divulgador de los asturiano y de la modernidad de su tiempo, contó entre sus colaboradores con intelectuales de la talla de Valentín Andrés Álvarez, Pío Baroja o Eugenio D’Ors, pero también, y principalmente, se nutrió de colaboradores voluntarios que fueron personajes relevantes en la historia de la comarca en su tiempo, desde Alejandro Sela, a Vicente Loriente, por citar dos nombres…/…

Guía para Lectores e Investigadores

Por Xavier F. Coronado

…/…

Redactores

La redacción de El Aldeano estaba integrada por un grupo de personas que también estaban implicadas en el proyecto de la Biblioteca Popular Circulante. Todos ellos se conocían desde la infancia y compartían ideas e inquietudes.

Agustín García, Manuel Marinero, Franco Vior, Claudio Penzol, Pedro Penzol, Eduardo Canel, Victoriano G. Paredes, Antonio y Ricardo López, María Ramona Penzol, Paco Marinero y Alejandro Sela, entre otros, formaron parte de un consejo de redacción que nunca tuvo, como tal, una existencia real. Muchos de ellos residían fuera de Castropol, la mayoría estudiando en diferentes universidades, y se comunicaban con Vicente Loriente a través de cartas o telefonemas para enviar sus artículos, sugerencias o colaboraciones editoriales…/…

Artículos de firma

…/… Alejandro Sela fue otro de los redactores de El Aldeano y vocal de la junta de la BPC. En 1930, con apenas veinte años, se había licenciado como perito agrícola en la Escuela de la Moncloa, en Madrid.

A pesar de su juventud, desarrolla una gran actividad en estos dos proyectos. Para el periódico escribe una serie de ocho artículos en la fala popular del occidente de Asturias. Estos textos son ensayos etnográficos que relatan costumbres vinculadas a las labores del campo y las fiestas populares. El primero, “Os santurrois” (nº 30) está firmado con el seudónimo Fulano de Tal, y los siete restantes como El Tío Pepe. De todos ellos recomendamos la lectura del titulado “Os caleiros de Vilavedelle”, que relata la importancia de los antiguos fornos da cal, nos informa cómo se obtenía y lo necesaria que era esta sustancia en las labores del campo (nº 44). Estos artículos publicados en El Aldeano fueron recopilados y editados por la Secretaría Llingüística del Navia-Eo en un volumen titulado El Tío Pepe.../…

Textos en fala  

Entre los artículos y textos que llenan las páginas de El Aldeano encontramos algunos de ellos escritos en la fala popular de la comarca, una lengua con raíces asturianas y gallegas que se habla en la zona occidental de Asturias, desde la cuenca del río Navia hasta la ría del Eo. Son textos que constituyen una de las mejores colecciones de literatura escrita en fala. Relatos, editoriales, artículos de actualidad, poesías y cartas encuentran en las páginas de El Aldeano el medio para expresarse en el habla característica del occidente astur.

De todos ellos destacan los relatos, ya citados, que Alejandro Sela firma con el seudónimo El Tío Pepe. También hallamos editoriales como la serie “Aldeanadas”,…/…

ENTRAMBASAUGUAs. Invierno 2001. Número 14. Libro «Tío Pepe»

Uncategorized

ENTRAMBASAUGUAS. A REVISTA DEL NAVIA-EO. Invierno 2001. Número 14. Agenda. Llibros. «EL TIO PEPE»

• Editor: Xosé Miguel Suárez Fernández; Autor: Alejandro Sela. 

Colección Os Llibros d’Entrambasuaguas no 3, Academia de la Llingua, Secretaría Llingüística del Navia Eo, 2000. 

62 páxinas 

Subtitulada Colaboracióis periodísticas en gallego-asturiano (1931 1948), nesta obra axúntanse os escritos qu’Alejandro Sela (Vilavedeye, 1911-Navia, 1982) col pseudónimo de «El tío Pepe», publicou nel periódico El Aldeano de Castripol a empezos dos anos trenta, máis outros dous, ún publicao en 1948 nel periódico de Ribadeo Las Riberas del Eo y outro inédito, pinta qu’inacabao. 

Nesta edición axéitanse os sous escritos como cuase todos os textos periodísticos del época, chíos d’erratas y vacilacióis ortográficas, a us criterios máis contemporáneos. Así y todo, como señala el autor da edición, Xosé Miguel Suárez Fernández, os escritos d’un Alejandro Sela que daquella nun tía máis de vente anos, son úa mostra ben guapa y interesante dos empezos da lliteratura en gallego-asturiano.

Nas súas colaboracióis, Sela fía como se fora un veyo, «El tío Pepe«, y aprovetaba pra falar d’asuntos como os esfoyóis, a matanza, el antroido…, pero tamén das convencióis sociales, dos costumes, da chegada de modas novas… pintando d’este xeito un cuadro del qu’era a sociedá tradicional d’entoncias y, al tempo, reflexando a fala da marina castripoleña d’aquellos anos. Como ha comprobar el llector avisao, esta obría vén a darye outro puxoncín á recuperación da tradición escrita del gallego-asturiano. 

REVISTA DEL DESCENSO. Agosto 2001. El año de Álvaro Delgado

Uncategorized

REVISTA DEL DESCENSO. ASOCIACIÓN AMIGOS DE LA RIA DE NAVIA. Agosto 2001. El año de Álvaro Delgado

…/… Ese es el único aspecto que nos atrevemos a tratar aquí. El de los casi cincuenta años de interacción del pintor con nuestro paisaje – el del marco natural en el que estamos inmersos y el de nuestras gentes -. Y, para resaltar dicha faceta, nos ha parecido oportuno aportar dos testimonios con los que tratamos de acotar – de abrir y actualizar – dicho período. El que nos sirve de apertura consiste en el primer escrito (del que tenemos constancia) que hace referencia a la actividad de Álvaro en el Occidente de Asturias. Se publica el 7 de Octubre de 1955 en el diario La Nueva España (¿se da cuenta el lector de que, por entonces, todavía no existía el Descenso?; la prueba nace tres años más tarde) y lo firma Alejandro Sela, por entonces juez de la villa y una persona significada dentro del grupo de amigos que hace de anfitrión al pintor cuando éste llega a Navia. El otro testimonio, el de actualización, nadie mejor que el propio Álvaro Delgado para formularlo. De ahí la entrevista que cierra el presente programa.

LA NUEVA ESPAÑA. 23-1-2001. Suplemento La Nueva Quintana. Sobre Alejandro Sela, escritor gallego-asturiano

Uncategorized

LA NUEVA ESPAÑA. 23-1-2001. Suplemento La  Nueva Quintana (páginas asturianas) pág.VI. Sela y Galano, lliteratura en gallego-asturianu

Por Xesús Barcia

La producción en gallego-asturianu, variedá llingüística propia de los conceyos más occidentales d’Asturies, conoció nel añu 2000 la publicación de cuatro llibros, númberu bien curtiu pero que vien siendo más o menos lo avezao n’años anteriores: un nel 95, cuatro nel 96, un nel 97, un nel 98 y cuatro nel 99. El panorama cambia un migayin si a estes cifres amestamos artículos y revistes, más entá si xuntamos nel recuentu les obres que, anque nun tean escrites en gallego-asturianu, sí traten la cuestión dende un puntu de vista léxicu, toponímicu o de cualquier otra mena. Si se quier facer unes cuentes más optimistes, por aquello de la comparanza, hai que recordar qu’en tola primer mitá del sieglu XX namás vieren la lluz dos llibrinos: Amarguras d’un viaxe (1920), de Ramón García González, y Un feixe de tapiegadas (1922), de Conrado Villar, obra ésta reproducida facsimilarmente en 1999 pola Conseyería de Cultura nuna edición mui bien curiada.

Queremos referinos agora a dos llibros publicaos nesti añu 2000 qu’acabó. Foi l’Academia de la Llingua Asturiana, a traviés de la so secretaría llingüística del Navia-Eo, responsable tamién de la revista Entrambasauguas, la que los sacó a la lluz. Falamos d’eses dos obres porque resulten ser un símbolu qu’enllaza la tradición lliteraria d’a empiezos del sieglu ya pasáu colos aires nuevos de recuperación llingüística que vienen soplando nesta década última.

El primeru de los llibros ye una edición de la obra cuasi desconocida d’un escritor escaecíu: Alejandro Sela. Nacíu en Vilavedeye, foi sicasí Navia la villa onde s’asitió y dende onde escribió y publicó en castellanu colecciones de collaboraciones lliteraries como Hacia la ría del Eo (1957) y De vuelta al Eo (1960). La obra que reseñamos, titulada El tío Pepe. Colaboracióis periodísticas en gallego-asturiano (1931 1948), da cuenta d’una época mui poco conocida del autor: los sos años mozos en Castropol escribiendo artículos pal periódicu El Aldeano. Sela, peritu agrónomu, pasó bien llueu del so interés poles técniques de llabranza al interés pola llingua de los llabradores escribiendo como ellos y dirixendo la recoyida de refranes populares pa la Biblioteca Popular Circulante, entidá bien interesante de la que da dellos apuntes nel prólogu Xosé Miguel Suárez, responsable de la edición.

Con non más de venti años, principia a publicar col pseudónimu de “El tío Pepe” artículos que retraten aspectos rellacionaos cola manera de vida rural (“Os santurróis”, “El antroido”, “Cousas del tempo”, “Por esos esfoyóis”, etcétera), pero onde tamién hai sitiu pa la ironía, la crítica social y de costumes o hasta’l guiñu políticu. Un cuentu más, “El varexador”, publicáu depués de la guerra en Las Riberas del Eo de Ribadeo y l’empiezu manuscritu de lo que paez ser otra collaboración lliteraria, “¡Qué tía Marica!”, completen esta edición onde se presenten los testos colos arreglos imprescindibles d’errates y vacilaciones ortográfiques propies del mediu periodísticu artesanal y, claro ta, d’aquelles dómines. Ye, en resumíes cuentes, una bona muestra del cultivu qu’algamó’l gallego-asturianu nos años anteriores a la guerra civil y que, col enfrentamientu bélicu y la posterior dictadura, sufrió un parón que cuasi acabó por desanicialu. Foi precisamente un autor como Manuel García-Galano, que firma l’otru llibru que queremos reseñar,…/…

ALEJANDRO SELA. EL TIO PEPE

Uncategorized

ALEJANDRO SELA. EL TIO PEPE. Colaboracióis periodísticas en gallego-asturiano (1931-1948).

Secretaría Llingüística del Navia-Eo. A Revista del Navia-Eo. Uviéu 2000

Por Xosé Miguel Suárez Fernández

INTRODUCCIÓN

Nun é úa novedá dicir qu’as primeiras mostras escritas del gallego-asturiano son úas desconocidas pral máis da xente. El desprecio á fala propia, el tella como cousa pouco merecedora d’atención ou consideración, axudou a que s’esqueicera el muito que s’escribira nella nos periódicos locales nas décadas anteriores á guerra civil. A dificultá d’atopar, ou mesmamente consultar, ese patrimonio de foyas amarelladas esparcido por caxóis y des váis d’Asturias – y da Habana, y de Buenos Aires… – que, por desgracia, ta pouco presente nas hemerotecas, fai que coste caro dar a conocer d’un xeito sistemático os escritores en gallego-asturiano que van parecendo nas súas páxinas. 

EL ALDEANO

Xuntando d’aquí y d’alló, fomos quen a repasar todos os númaros del periódico El Aldeano de Castripol (1), publicación quincenal que salíu dende 1929 hasta 1933. Desiguida reparamos nel interesantes qu’eran as colaboracióis qu’Alejandro Sela, un rapaz qu’acabara os estudios de perito agrónomo, firmaba col pseudónimo de “El tío Pepe”(2). Eran y son interesantes pola súa riqueza llingüística y etnográfica y, sobre todo, por ser a producción prosística en gallego-asturiano máis completa y abundante qu’atopamos nesas primeiras décadas del siglo XX (3). 

El Aldeano fías as veces de boletín da Biblioteca Popular Circulante de Castripol, entida amañada anos antias y que fía un bon llabor de difusión cultural non sólo na villa senón en todo el conceyo. Nel periódico había sito tamén pras colaboracióis de matiz máis ideolóxico ou político, sempre de xente achegada á Biblioteca, unde se defendían os valores del “aldeano” como símbolo ou resume da esencia asturiana y da organización económico-política tradicional d’Asturias. Nun faltaban nunca nas súas páxinas cuestióis como el acceso á cultura da población rural, a necesida d’un anovamento das técnicas pedagóxicas, a crítica del sistema político da dictadura de Primo de Rivera, el interés porque a mocedá se comprometera na política, etc. Al cabo, al aveiro d‘El Aldeano y da Biblioteca xuntábase un peteiro de mozos d’ideas agayosas, ás veces contradictorias, pero que tían un afán claro de mudar as cousas y miyorar as condicióis de vida da xente a través d’un cambeo cultural fondo. 

ALEJANDRO SELA

 Alejandro Sela fora nacido en Vilavedeye (Castripol) el 14 de febrero de 1911. Fiyo de José Sela Gayol y Francisca García López, estudiara en Madrid perito agrónomo pra despóis completar el bachillerato en Uviéu y siguir a carreira de lleis por llibre. En Madrid había úa búa colonia d’estudiantes castripoleños que siguían mantendo el amistá y tando al tanto das novas da súa terra, cua que sempre taban comunicaos. Valia como exemplo que, condo se pro clamou a República en España, mandaron un telegrama de felicitación dende Madrid a El
Aldeano
(4). Firmábanlo Alejandro
Sela
, Pedro G. Arias, Claudio Penzol, Manolo y Pa co Marinero, Ricardo y Antonio López, todos colaboradores ou achegaos al proyecto periodístico d’El
Aldeano. 

En acabando os sous estudios en Madrid, Alejandro Sela publica, cua súa firma, artículos sobre ganadeiría y agricultura en El Aldeano. Era ésta úa parte fundamental nel que quería ser a publicación castripoleña y Sela axudaba cua súa formación teórica pra mirar de miyorar as condicióis de vida dos llabradores anovando dalgúas das súas técnicas agrícolas. Pode dar úa idea del variao dos esmolementos d’estos mozos el asamblea da Biblioteca Popular Circulante feita nel ano 1931. Nella presentan ponencias Vicente Loriente – sobre a súa organización y as actividades feitas -, Agustín García – sobre el papel educativo da Biblioteca -, Manolo Marinero – sobre a cultura tradicional asturiana y el llabor divulgativo y de recuperación d’esa riqueza -, y Alejandro Sela – con un trabayo sobre el que podía fer a Biblioteca na medría y miyora da agricultura y, polo tanto, del llabrador (5) -. Daquella, Sela xa empezara a escribir nel periódico artículos en gallego-asturiano, anque col alcuño de “El tío Pepe”. 

Dende Vilavedeye, tamén Sela axudóu nel llabor da Biblioteca tentando d’amañar allí úa sección y fendo él mesmo dalgúas das actividades avezadas, como nel mes de decembre de 1933, que brindóu personalmente seis sesióis de contos populares asturianos a os sous vecíos (6). Nas actividades centrales da Biblioteca tamén axudaba. Por exemplo, el 7 de xeneiro d’ese mesmo ano xa actuara, con Agustín García, na estrena del obra de guiñol Xan da xata, na que foi a primeira representación con esta técnica teatral que se fexo na zona (7). 

El periódico acabóu en 1933 pero non el llabor da Biblioteca. Quizabes por causa da súa especialización sobre agricultura y el sou gusto pol cultivo da fala local, nese ano Sela quedóu d’encargao de recopilar un refraneiro agrícola, primeiro paso d’un proyecto muito máis cobicioso da Biblioteca Popular Circulante de xuntar material folklóricos. El proyecto siguíu y d’él vólvese falar na xunta da Biblioteca de 1934 feita nas Figueiras, unde s’acorda mandarye material a Sela siguindo úas normas acordadas xa antias (9). Sabemos que Sela xa tía material recopilao peró d’éste, como de muitos outros proyectos da Biblioteca, nun se volvéu saber miga. Pode que Vicente Loriente, como alma qu’era de todo el que se fía na Biblioteca y que, por circunstancias de todo tipo, siguíu velando y es moléndose polos sous materiales despóis da guerra, guardara os refráis que s’axuntaran y siguira el trabayo recopilador. A proba é que foi colaborador nel Refranero asturiano de Luciano Castañón (10). Tamén sabemos pola familia d’Alejandro Sela qu’éste escribíase con Castañón y que tamén ye mandaba refráis, anque nun pareza citao na llista dos sous colaboradores. 

Pode qu’Alejandro Sela, despóis de pechar El Aldeano en 1933, siguira escribindo como “El tío Pepe” en outros periódicos, quizabes nos de Ribadeo. Nos meses da chegada da guerra civil a Castripol, tempo pouco al xeito pra veleidades lliterarias, Sela dedícase al abogacía y tócaye tentar de defender a dalgús presos del bando da República. Anos despóis, pasa a exercer de xuez en Navia, localidá unde morréu en 1982. Nese tempo nun deixou d’escribir y colaborar en periódicos como Las Riberas del Eo y en folletos de festas locales, ademáis de publicar artículos sobre viño y gastronomía en revistas especializadas. 

Ademáis d’un folleto escrito d’emparzao col naviego Jesús Martínez Fernández, La Searila (Navia, 1955), publicou dous llibros unde se xuntaban colaboracióis súas escritas pra llibros de festas y outras ocasióis: Hacia la Ría del Eo. Ensayos breves de amor y más cosas (Navia, 1957) y De vuelta al Eo (1960). 

EL TÍO PEPE 

Alejandro Sela, como escritor en gallego-asturiano, firmaba col alcuño de “El tío Pepe”. Nas súas colabora cióis fía como se fora un llabrador veyo que cuntaba as súas cousas ou era protagonista de dalgúa historia. Pra úa zona como a da marina estremooccidental, con poucos estudios de mena etnográfica – y muito menos d’épocas anteriores á Guerra Civil -, os trabayos periodísticos d’Alejandro Sela son ben importantes porque describen con muito detalle dalgús dos llabores y festas que marcaban el calendario anual del llabrador: esfoyóis, recoyida das castañas, os santurróis da noite del ano veyo, el antroido, os caleiros, a matanza… y todo cuntao cuas palabras dos veyos, cuas súas mesmas espresióis y cua súa mesma mentalida. É de mérito esa capacida que tuvo un rapaz, de pouco máis de vente anos daquella, pra catar el xeito de ver as cousas y pr’arromendar a un personaxe d’un veyo como el tío Pepe. 

El mesmo interés que tein os datos etnográficos que nos brinda Sela teinlo os datos llingüísticos porque amostran cómo era a fala dos veyos na década dos anos trenta. Vese claro que, a pesar das vacilacióis del escritor y dos posibles equivocos del caxista, Alejandro Sela conocía ben a fala y tía úa gran capacidá pra reparar en todos os detalles, circunstancias éstas que quedan ben reflexadas nel qu’escribe. 

Polas fechas, pol xeito d’escribir y polos detalles orto gráficos, podemos dar cuase como seguro qu’el artículo “Os santurróis” firmao col pseudónimo de “Fulano de Tal” en decembre de 1930 é tamén d’Alejandro Sela. Pinta que foi a súa primeira incursión nas colaboracióis lliterarias en El Aldeano y que, desa, einda nun discurrira el outro alcuño. Xa como “El tío Pepe” é como ha siguir publicando al llargo de 1931 y 1932. Nel mes de novembre d’este ano publica a súa última colaboración como tal peró tamén despóis da guerra siguíu usando ese nome pra publicar relatos en gallego-asturiano en periódicos como Las Riberas del Eo. Por desgracia, namáis demos volao nún d’ellos. 

Al cabo, nesta edición brindamos estas colaboracióis periodísticas: “Os santurróis” (El Aldeano, n° 30, 30 de decembre de 1930), “El antroido» (El Aldeano, n° 34, 28 de febreiro de 1931), “Cousas del tempo” (El Aldeano, no 37, 15 d’abril de 1931), “Os caleiros de Vilavedelle” (El Al deano n° 44, 30 de xuyín de 1931), “Cuento” (El Aldeano n° 50, 30 d’outubre de 1931), “El mondongo” (El Aldeano, no 54, 30 de decembre de 1931), “¿Cómo se ye ha poñer al neno?” (El Aldeano, n° 68, 30 de xuyín de 1932), “Por esos esfoyóis” (El Aldeano n° 76, 30 de novembre de 1932), “El varexador” (Las Riberas del Eo, 5 d’outubre de 1948). 

A familia del escritor apurríunos un relato manuscrito sin fechar y sin acabar, “¡Qué tía Marica!”, del qu’hai tres versióis. Tía a traza de ser outra colaboracióin del tío Pepe peró, que nosoutros sépamos, nun se publicou. Brindamos úa trescripción da versión que nos pintóu máis acabada. 

EL MODELO ESCRITO 

Hai que recordar qu’el periódico El Aldeano compoñíase en Ribadeo, qu’os artículos chegaban a mao y qu’el caxista podíalo ller mal ou meter cousas da súa coyeta propia. Eso esplica dellos de casos de claros galleguismos que nun se dan na fala de Vilavedeye y que nosoutros amañamos por ter que ser cousa del caxista y non del au tor (uns, mellor, vello, filla, operaciós, esquencendo, cando (11)). Noutros casos, como condo parez a conxunción e y el posesivo seus – nel canto de y y de sous -, anque son fenómenos que xa s’usan en llugares cerca de Vilavedeye como na Veiga, tamén temos que volver botarye a culpa al caxista porque namáis atopamos un caso de cada ún, que pinta abondo pouco en comparanza cua xeneralidá absoluta de y y sous nel resto de colaboracióis. Nun se pode descartar que nun tempo pudera haber úa convivencia ou vacilación entre esas formas na fala del llugar, pero nun pensamos qu’aquellos sían datos fiables, sobre todo nel contexto chen d’erratas del periódico. 

É sabido de sobra a distinción que se dá nel gallego-asturiano, común col asturiano, entre non y nun (Non, nun quero). Os escritores en gallego-asturiano d’antias da guerra, tan atentos a reflexar a realidá falada, así y todo, pintaban ter a convención d’escribir non tanto condo iba delantre d’un verbo como condo non. Ou nun yes parecía relevante a distinción ou influíayes a tradición escrita galega y hasta a asturiana, que tamén avezaba a escribir sempre non –. El demáis, Alejandro Sela é úa escepción nesos anos porque, agá nel artículo primeiro que firma como “Fulano de Tal” y en dalgús outros poucos casos esparcidos polos sous escritos, sempre estrema perfeutamente el non del nun. 

Na cuestión d’apostrofacióis y contraccióis os textos del tío Pepe tein úa gran vacilación. Constátase, eso si, qu’Alejandro Sela reflexa por medio del apóstrofo dalgús dos fenómenos de contracción que se dan na fala. Imos citar, a continuación, as llinias xenerales del sou sistema d’apostrofación anque, volvemos alló, non sempre las siga dafeito. 

Sela apostrofa a preposición de siguida de vocal (d’homes, d’aquí) hasta cuas formas d’artículo (d’a, d’os, d’as). Cuase sempre apostrofa el relativo que (qu’era, qu’íbamos) pero dalgúas veces representa esa apostrofación con úa c’ (c’agora, c’hay). Tamén os pronomes se (y el condicional se), te, me, che, aveza a apostrofallos (s’acorde, s’encabrita, s’ei decir a verdá, t’apegas, m’amola, m’atrevo, m’acordo, ch’había). Al apostrofación da preposición pra delantre da vocal a dáye como solución gráfica pr’ (pr’atopar, pr’aquela, pr’alí, pr’aculá) anque nun par d’ocasóis, que pintan equivocos tipográficos, usa outra máis arrevesada (p’ralcacel, p’rarriar). Tamén ás veces apostrofa pra delantre d’outras vocales (pr’outro, pr’eiste). Apostrofa a preposición en condo vai delantre de vocal (n’ela, n’ese, n’algún, n’América). 

Nun aveza a representar a contracción que se dá na fala entre a preposición con y os artículos a, el, os, as (escribe con a, con el, con os, con as). Outras veces si lo fai, anque grafiándolo cua apostrofación (c’os, c’ol, c’oas) y non sólo con artículos senón tamén con demostrativos ou indefinidos (c’oesas, c’unha). Aga nun caso (po lo menos), nun representa a contracción da preposición por cos artículos (por a, por el, por as)

Pr’acabar con este apartao, hai que señalar qu’esa tendencia al apostrofación llévalo ás veces a apostrofar en casos qu’hoi poden pintar innecesarios anque reflexen un fenómeno de fonética sintáctica evidente (entre, y’al subir, y’os calcaños, entr’él, entr’un, chama a’tención, x’hay ben anos). Tamén hai veces qu’apostrofa de máis (que n’un se confundan, d’esque, que y’es axuden) (12). 

Sela nun xunta os artículos a y os (a os meus fiyos) y condo lo fai é pra reflexar el zarramento que se dá por causa del xuntoiro vocálico (por qué recoirola non quitan ous veyoucos). 

CRITERIOS PRA ESTA EDICIÓN 

Nel sou sistema ortográfico máis ben intuitivo, Sela resolve cua apostrofación as contraccióis que se dan na fala anque non sempre dafeito nin d’un xeito coherente. Tampouco sabemos se a mao del tipógrafo pode tar detrás de dalgúas d’esas incoherencias ou d’esa falta de sistema. Por eso decidimos regularizar a cuestión das apostrofacióis y as contraccióis d’acordo á Proposta de normas ortográficas y morfolóxicas del gallego-asturiano (13). En consecuencia, dal gúas das apostrofacióis de Sela convirtímolas en contraccióis pr’axeitarse a os criterios ortográficos actuales (por exemplo, da, dos, das, nel canto de d’a, d’os, d’as ou nel, ne la, nesa, nesta, nos, nel canto de n’el, n’ela, n’esa, n’esta, n’os). Tamén contraemos as preposicióis con y por cos artículos a, as, el, os, anque Sela namáis avece a xuntallos cua primeira d’ellas. Apostrofamos sistemáticamente de, me, te, se, che y que delantre de vocal y pra delantre de vocal a, avezo que, como xa espuxemos, tía tamén el noso escritor. 

Nos relatos publicaos nel periódico El Aldeano, Sela usa el condicional se, anque ás veces escápaseye el castellanismo si, qu’é a forma qu’escribe nel relato que publica despóis da guerra en Las Riberas del Eo. Regularizamos a forma se por consideralla a máis correcta. 

Tamén nesta edición se xeneralizou a distinción non/nun anque, dalgúas veces, sobre todo nel relato “Os Santurróis”, como xa dixemos, s’escriba a negación dos dous xeitos indistintamente (por que non nos esqueice, pra que n’un se confundan). 

Siguindo os criterios da ortografía actual, amañamos en -i as terminacióis qu’escribe con -y, anque hai que dicir que Sela tamén en dalgúa ocasión usa -i (haivos, iOi!). 

Corrixíronse as erratas y faltas evidentes (vaxaron, equibocan, he nel canto da forma verbal é—), púxose el hache ás formas ausiliares d‘haber qu’aveza a escribir sin ella (ei de chamala, ei decir a verdá, nun ch’abía), regularizóuse el acentuación y tamén dalgús fallos na puntuación. Outros detallíos d’escritura que nun reflexemos nel texto d’esta edición peró que nos pareza que merezan señalarse hanse a poñer en nota a pé de páxina entre comías. 

Seique con estos amaños – volvemos allo: namáis de mena ortográfica – el texto queda máis coherente y gracioso de ller y aforrámosye al llector ou llectora a impresión, ás veces caótica, que dan os textos periodísticos d’aquellos tempos, chíos sempre d’erratas. Eso si, nin quixemos tocar nel léxico nin nas vacilacióis que se dan nel vocalismo átono. A quen quira einda mirar máis al detalle estos relatos de Sela sempre ye queda acudir á hemeroteca. 

Os escritos del tío Pepe reflexan ben a fala da marina máis occidental a empezos d’esta centuria y, polo tanto, é inevitable qu’a fala tía entrevenada de palabras y espresióis castellanas (cierto, aprovechar, cuentas, gobierno, viajes, luna, genealogía, cosecha, derecho, a su debido tiempo, Bien venido, s’amano viene, buenas noites, Y bueno, nía). Únicamente condo el escritor usa úas veces a palabra autóctona y outras el alóctona (boa/buena, bos/buenos, ano/año, nun/no) – y namáis se nun lo fai dentro d’úa frase feita ou d’úa espresión castellana -, entoncias si regularizamos esa vacilación escoyendo sempre a forma autóctona. 

Anque en muitos casos Sela usa castellanismos pra os que, einda hoi, se conoz na zona úa forma patrimonial viva na fala, nun quixemos sustituir esos términos porque taría malo de determinar sempre el qu’é castellanismo ou nun lo é y íbamos convirtir a edición d’estos escritos de Sela nun exercicio filolóxico por demáis. Así y todo, condo la téñamos constatada, poñemos en nota a pé y en cursiva a forma autóctona correspondente anque, por fer menos arrevesao el texto, sólo lo aseñalamos a primeira vez que pareza a palabra en cuestión.

. . . . . .

  1. Quero estimar dende aquí a gracia posta pola bibliotecaria de Castripol, Manuela Busto Fidalgo, prá consulta dos fondos da hemeroteca da Casa da Cultura, así como a Marta Marinero Bermúdez por ferme chegar os númaros que me restaban por atopar.
  2. Uas veces escrito d’este xeito y outras como “El tíu Pepe”, reflexando el zarramento da o final que se dá na fala condo vai precedida d’úa vocal acentuada. 
  3. Xa fixemos un repaso da producción escrita en gallego-asturiano nel periódico El Aldeano nel artículo “Alejandro Sela y outros escritores en gallego-asturiano nel periódico El Aldeano de Castripol (1929-1933)” (Actas das Primeiras Sesióis d’Estudio del Occidente. Castripol, 8 d’agosto de 1998, Academia de la Llingua Asturiana, Secretaría Llingüística del Navia-Eo, Uviéu, 1999, pp. 59-66.). El máis d’esta introducción volve alló nel que se dixo naquel artículo. 
  4. El Aldeano, no 38, 30-4-1931
  5. El Aldeano, no 47, 15-9-1931.
  6. “Los «currillos»”, La Biblioteca, no 1, xeneiro-febreiro, 1934, pp. 19-20.
  7. Ibid., p. 17. 
  8. La Biblioteca, no 2, 1934. Dizse tamén na nota que Sela xa ten recogidos un bon feixe d’ellos. 
  9. Diz a noticia: «Para mayor exactitud, es preferible que los den por escrito y que cada refrán – transcrito con la mayor fidelidad – vaya acompañado hasta donde sea posible, de los siguientes datos:
    • a) trozo de conversación en que se ha oído, o a propósito de qué se ha dicho;
    • b) qué se quiere significar con él;
    • c) si se sabe algún dato de su antigüedad;
    • d) a quién se le oyó en conversación;
    • e) lugar en que se oyó o se usa;
    • f) si es propio del lugar o importado y en este caso, cómo se suele decir en la comarca;
    • g) fecha en que se oyó y nombre del que lo envía;
    • Esperamos que esta iniciativa sea acogida con interés por todos, y muy especial mente por los labradores jóvenes que se agrupan en torno a nuestras Bibliotecas: la era de bienestar y de cultura que está en sus manos dar a nuestra tierra, tiene que empezar por pequeñas tareas de esta índole, en las que nuestro pasado se examine y valore con un criterio moderno, para sacar de él las directrices del porvenir». La Biblioteca, no 2, marzo-abril, 1934, pp. 10-11. 
  10. L. Castañón, Refranero asturiano, (2a edición aumentada), IDEA, Uviéu, 1977, p. 15. 
  11. Nun recorte d’El Aldeano que conservaba Alejandro Sela unde taba el sou relato titulao “Cuento”, derriba da palabra «cando” del orixinal escribira úa “u” pra que trouxera “cuando”. É úa proba máis de que sempre s’escapaba dalgúa errata, neste caso úa «adaptación” á fala de Ribadeo. 
  12.  Alejandro Sela, bon observador da fala dos veyos, repara en muitos detalles fonéticos ben interesantes qu’él tenta de reflexar na escritura. Por exemplo, dalgúa vez quer amostrar el zarramento da vocal final de que al atoparse con outra vocal tónica (lo qui’e), fenómeno que se dá ás veces nel canto de producirse a contrac ción das dúas vocales núa (“lo qu’é”). 
  13.  Proposta de normas ortográficas y morfolóxicas del gallego-asturiano, Serviciu de Publicaciones del Principau d’Asturies, Uviéu, 1993.