EL LIBRO ESPAÑOL REVISTA MENSUAL DEL INSTITUTO DEL LIBRO ESPAÑOL. 1960. Ficha del libro «De vuelta del Eo»

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EL LIBRO ESPAÑOL REVISTA MENSUAL DEL INSTITUTO DEL LIBRO ESPAÑOL. Ferraz, 13. – Madrid, 8

España. 1960

La ficha bibliográfica y la nota informativa que se adjuntan han sido publicadas en el “Repertorio bibliográfico” del último número de esta Revista.

2921

Sela, Alejandro. De vuelta del Eo. Ensayos breves de amor y otras cosas. – Vilavedelle, Autor. Luarca, Imp. Boada. Distrib.. Madrid, Espasa-Calpe, 1960.-93 págs. con grabados, 16 cm.

Por J. de José Prades.

Este nuevo libro de Sela mantiene una continuidad de temas y forma literaria con el suyo anterior titulado Hacia la ría del Eo. Continúa el autor en su prosa suavemente poética y blandamente humorista al modo asturiano.

EL PROGRESO DE ASTURIAS. Diciembre 1959. Sobre el monstruo del Meiro.

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EL PROGRESO DE ASTURIAS. Diciembre 1959. El río Navia tiene Historia ¿Realidad o Fantasía?

ECO DE LUARCA. 18-10-1959. Pag. 7. El río Navia tiene su historia ¿Realidad o Fantasía?

Por Segundo Fernández Campoamor

La pluma ágil y sutilmente descriptiva del señor Sela y la imaginación del laureado pintor Álvaro Delgado, nos han dado una verídica impresión sobre el monstruo del río Meiro, que hoy acapara la atención, como bien se puede apreciar por loe dibujos que ilustran estas líneas, en un artículo aparecido en un semanario del occidente astur…

…/…

… pero lo especial del caso es que nadie niega que no exista, porque Álvaro Delgado reprodujo casi fielmente en un estupendo dibujo, por datos suministrados y recogidos directamente de los videntes por el señor Sela, su figura con bastante precisión, del antediluviano monstruo. Es para creer.

LA NUEVA ESPAÑA. 3-8-1958. Sobre el folleto turístico «Navia»

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LA NUEVA ESPAÑA. 3-8-1958. Navia

Por Neguri

«Como recuerdo de la simpatía y amistad naviega» – así dice el alcalde Venancio Martínez -, ha editado la hermosa villa occidental un folleto que tiene, a nuestro entender, auténtica categoría literaria y  artística. Consta de cuatro apartados interesantes: de una portada, en colores, firmada por Álvaro Delgado; de dos artículos, debidos a las plumas de Ramón D. Faraldo y Alejandro Sela y, por último, de dieciocho fotografías que han sido hechas por un maestro en la materia. Faraldo dice en su trabajo: «De los lugares que he ido viendo por el mundo, hay dos que no he olvidado. A uno le da violentamente un sol rojo, y posee un mar ligero e inflamable como gasolina. Este es si Varadero, en la isla de Cuba, que llaman en América Capri de las Antillas. En el otro lugar hay un sol blanco cuando hay sol y el mar es taciturno y lento como sus pájaros. Se encuentra en la costa de Asturias y solamente se llama Navia y no le hace falta llamarse nada más».

Alejandro Sela, este que tiene ternura de poeta y ama a Navia de una manera sutil, escribe en el folleto: «Si se es ángel se tienen alas. Claro. Así que, en un corto vuelo se pone uno en el campanil de la iglesia de Navia. Cogido a la cruz del remate, por ejemplo, desde allí se precisa bien lo que le rodea a uno: dos puentes – el del tren y el de la carretera – unen a Navia con El Espín, en el concejo de Coaña, y se ve, además, Mohías con su vasto eucaliptal. Aparecen tendidos, como la palma de la mano, en las márgenes de la ría, ocres juncales con sus tallos hirsutos. Y prados en marisma, en Olga y el Pardo. Por otro lado, al mediodía, se ve el hostal de los pobres, la casa de Ordenanza. Se percibe la nota vibrante de una sierra que dentellea una rolla. Y si se pone atención, se oye también un mirlo con pico de oro que canta en la copa de un árbol…»

Navia ha sabido interpretar, fielmente, lo que significa un folleto de propaganda turística. Sirva, pues, de ejemplo para todos los municipios asturianos.

BOLETÍN DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS ASTURIANOS. AÑO XII. Núm. XXXIV. Agosto 1958. Sobre el libro «Hacia la ría del Eo»

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BOLETÍN DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS ASTURIANOS. AÑO XII. Núm. XXXIV. Agosto 1958, págs.. 339 a 341. Alejandro Sela. «Hacia la ría del Eo. Ensayos de amor y simpatía». Navia, 99 págs., 15 ilustraciones

Por Vicente Loriente Cancio

«Hacia la ría del Eo» es un breve volumen, de atractiva presentación editorial, en el que recoge Alejandro Sela una serie de trabajos aparecidos con anterioridad en periódicos y otras publicaciones del Occidente de Asturias y de Ribadeo. Pero no se trata de una miscelánea de temas inconexos. Los más de estos «ensayos de Amor y Simpatía», según reza el subtítulo del libro, se refieren a las tierras y las gentes de la comarca occidental, desde Luarca al Eo. Esto da unidad al libro y aumenta su interés, porque permite al lector asomarse a una zona asturiana, por desgracia, no demasiado conocida.

No es un libro estrictamente descriptivo: Los ríos, los pueblos y los montes no son más que el estímulo inicial de las divagaciones del autor, en las que aquí y allá de destacan felices viñetas de paisaje. Como ésta, tomada de «El pescador de caña»: «Allí un grupo de vetustos robles alternados con castaños, que se escalonan en una ladera. A otro lado un prado de regadío salpicado de fresnos y mimbreras en los lindes. A sus espaldas, en lo alto, resguardado del norte, un colmenar hecho con troncos horadados de castaño viejo. Suena, con frecuencia, el cencerro de una yegua con cría que se nota en el breñal. Se oye, no se sabe hacia dónde, el sonido metálico de una guadaña que alguien afila…» En un capítulo, sigue el autor al río Navia, desde su nacimiento al mar. Otros están dedicados a la villa de este nombre – donde Sela  reside -, las romerías de la comarca están evocadas en «Avellanas de Navelgas». Hay sendos trabajos dedicados a Luarca y a Tapia. Este último podría titularse «Tapia vista por un pintor», que no en vano Sela, por profesión Juez Comarcal, alterna en sus aficiones la pintura con las letras.

A un pintor precisamente están dedicados otros dos ensayos, sin por eso salirse del marco regional: a Álvaro Delgado, gran artista, que veranea en Navia estos últimos años y nos viene dando o espléndidas visiones de paisaje asturiano. Pero no hay sólo paisaje en el delicioso libro de Sela (y el adjetivo no es mío, sino de un escritor americano que residió en Asturias hace un cuarto de siglo y entonces visitó los concejos occidentales: don José Vasconcelos). Un vendedor ambulante de almanaques que relata su vida al autor, nos hace asomar a «Los trabajos y los días» de las gentes de aquella comarca y «El jabalí que mató El Tapón», un sabroso relato cinegético, al deporte de más solera entre ellas.

El libro termina con un largo capítulo dedicado a recordar el idilio de María Rosa Castropol («La Searila») y Antonio Cuervo, idilio que por su fin infortunado, dejó una huella sentimental tan honda del Navia al Eo. A ello contribuyó no poco la elegía que Cuervo dedicó a la memoria de su esposa y que alcanzó una rara popularidad. El autor, con muy buen acuerdo, la reproduce en su libro, según la versión que parece ser más depurada. Resume a continuación la vida de Cuervo a partir del fallecimiento de su esposa termina con algunas consideraciones acertadas acerca del carácter de aquellos amores. Hay, que felicitarse de que quede recogida en un libro la sentimental historia de «la Searila» antes de que el tiempo borre del todo su recuerdo y al llevarla al suyo Sela (nacido cerca del escenario del idilio y que fue el primero en recordarlo en la prensa) contribuye a que, sobre todo los naturales de occidente, lo atesoren como un breviario lírico que guarda algunas de las más puras esencias de su tierra.

Desde las primeras páginas, «Hacia la ría del Eo» gana la simpatía del lector. Está escrito con un estilo directo, sin rebuscamientos, que con plena eficacia transmite la emoción de que nacieron los ensayos recogidos en él. Contribuyen a hacerlo grato reproducciones de cuadros de Álvaro Delgado, Pedro Penzol y el autor y fotografías – magníficas – de Justo Álvarez y de Álvaro Delgado, tan excelente fotógrafo como pintor.

ABC. 15-8-1957. Sobre el libro «Hacia la ría del Eo»

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ABC. 15-8-1957. Pág. 28. Sela, Alejandro. «Hacia la ría del Eo». Imprenta Boada. Luarca, 99 págs 

Subtitula su libro «Hacia la ría del Eo» Alejandro Sela: «Ensayos breves de amor y más cosas». Ese amor y esas cosas son de Asturias, de lugares bellos asturianos y de sus gentes. El pequeño y emotivo libro de Sela, en el que hiende en la prosa el verso, dijérase compuesto por acuarelas como las de Álvaro Delgado, a las que canta el autor. Son, en efecto, exquisitas acuarelas, llenas de poesía de agudeza visual, de delicadeza plástica. Con un suave roce del pincel logra Sela una elocuencia y una expresividad más auténticas que si se hubiese empleado en acumular ampulosos conceptos.

Todo el volumen está consagrado, podríamos decir, a la exaltación de los matices y a lanzar suscitaciones. Las historias sencillas se mezclan, a las sencillas descripciones de frutos de paisajes, de gentes, de sentimientos, etc.

Con el don de la poesía goza Sela el de la amenidad. Y, por ello, este libro suyo, «Hacia la ría del Eo», es de tan agradable lectura.

EL PROGRESO DE ASTURIAS. Agosto 1957. Sobre el libro «Hacia la ría del Eo»

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EL PROGRESO DE ASTURIAS. Agosto 1957. Navia. Nuevos valores literarios del occidente astur

Por Segundo Fernández Campoamor.

Nos cabe hoy presentar un nuevo valor literario en estas columnas de EL PROGRESO DE ASTURIAS, y al hacerlo no podemos por menos de precisar de manera, concreta los méritos conseguidos con sus publicaciones por el Sr. Sela, perito agrícola y abogado, destácanse entre ellas esa historieta de amor romántico de SEARILA, que como recalca su recopilador, es una historia de amor pleno y sublime, en una breve vida de mujer, que se entrega al amado, que siente por ella una ardorosa pasión, para corresponder al que el amado le profesa.

Es una historia llena de tristeza, porque la desgracia troncha en flor, en la juventud muchos ideales, una historia que nace feliz en una suave mañana de otoño, y deja de ser en un Noviembre plomizo.

Es un amor, que como verdadero aún perdura cuando las almas y los cuerpos se separan, para permanecer unidos en el recuerdo de las horas dichosas de sus amoríos.

No sabemos en este caso quién de los dos amantes permanece más fiel, y no dudamos del amor de ella allá arriba, pero sabemos, que se muere cuando su amado está lejos y sabemos también, que él acude presuroso en su corcel para dar el último adiós a su amada, y cuando llega a su hogar su esposa ya no está allí, y entonces es cuando esta historieta entra en su fase más interesante, porque los recuerdos que avivan su pesar hacen del amado el ser más desgraciado de la tierra, y así se lo cree él, porque en efecto aquel que suspiraba de amor, en espera de mitigar su gran dolor, vaga por aquellos contornos cantando en estrofas tristes el sufrimiento que tortura su alma.

Rindamos homenaje a la pareja ideal, porque ella muere viviendo el amor y él vive muriendo de amor. He aquí precisamente el romanticismo, que no locura.

Bastaría este trabajo para acreditar a Don Alejandro Sela como un sutil y fluido escritor, pero como estos días ha dado a la imprenta un trabajo al que vamos a referirnos muy seguidamente, que se intitula Hacia la ría del Eo, que son ensayos de amor y otras cosas, que son estampas vivientes y sencillas, que llevan los subtítulos de Señores, haya paz… – Avellanas de Navelgas, Transportes de Amor, Luarca, El Pescador de Caña, La xata pinta, Navia de gala, El carácter de sus gentes, EI río Navia es tan así… Salutación a un fresno, Fuego a bordo, La pintura de Álvaro Delgado, Tapia, gente buena, El jabalí que mató «El Tapón» y por último La Searila, que hemos dejado esbozada anteriormente.

Pero nuestra pluma acaso no puede recoger verídicamente cuanto de literario y castizo en el mismo se comenta, por lo cual será más cómodo una entrevista con el amigo SELA, y que él mismo sea quien contestando a nuestras preguntas, nos diga, los móviles que la han guiado a imprimir este opúsculo, que por todos motivos juzgamos interesante, y máxime como decimos al principio merece ser conocido en el OCCIDENTE ASTUR, porque precisamente en esta zona tienen su desarrollo lo que manifiesta en sus capítulos.

Libros como el que estamos comentando, son precisamente los que están haciendo falta en esta región hermosa, que desentrañando del pasado las viejas leyendas, que de viva voz van corriendo de generación en generación, airee en estos episodios.

Rompe el fuego Don Alejandro Sela con esta serie de publicaciones románticas, aureoladas por el amor, y digo románticas, aun sosteniendo un criterio opuesto a su autor y alguno de sus comentaristas, ya que hoy contrariamente a esta historia de la Searila, acontece, que muchos sepultan en el olvido sucesos pasados y el personaje superviviente de esta historieta, lo rememora con verdadero deleite, hasta que un día, el menos pensado, parte hacia el más allá, para juntarse con su amada ideal, ¡Romeo y Julieta no lo hicieron mejor!

Y preguntamos. – ¿Cómo nació la idea de hacer este libro? – Se lo diré. Hace mucho tiempo que leí, no sé dónde, que todo hombre que viene a este mundo debe de hacer como mínimo: Plantar un árbol, Tener un hijo y Escribir un libro. Pues bien, a través de mi vida planté cientos de árboles, tengo tres hijos. Desde hace algún tiempo la aparición de un libro mío se le veía venir. Era algo inevitable en la línea de mi destino.

– Los principales temas que trata en su libro se relacionan con el amor.

¿Por qué? Nací un 14 de Febrero, día de San Valentín, patrono de los enamorados. Esto amigo mío obliga a mucho… y no le digo el año de mi nacimiento porque tengo ya la edad suficiente para empezar a ser coqueto.

– Leyendo su libro se ve claro lo que Vd. piensa del amor. No obstante ¿quiere hablar más de esto? Con mucho gusto; el amor dice el P. Feijoo, es el príncipe de las pasiones y sin embargo es una pasión muy poco estudiada en cuanto a su fundamentación filosófica.- ¿por qué amamos? – No se sabe. Tal vez por instinto, por soplo divino. En mis estudios sobre el amor encuentro muchos problemas y muy interesantes y es especialmente grato este estudio porque la mayoría de los poetas lo han tratado y en forma poética, nos dijeron sus confidencias. Recuérdese a Quevedo, Herrera, Garcilaso, Campoamor, al Viejo Pancho y tantos más. Estudiar las cuestiones de amor es vivir en permanente emoción. Como hombre a través de mi vida ha habido sus más y sus menos. Estudiar el amor es evocar lo mejor de nuestra vida y vivir en cierto modo en la luna. Esto tiene particular interés, ya que el amor fue siempre una amargura… pero querido amigo una amargura deliciosa…

Concretamente. ¿Qué me dice de la mujer como sujeto del amor? La mujer debe ser siempre respetada y adorada por el hombre. Mi consigna es este verso de Quevedo: Amo y no espero, porque adoro amando.

Bien contestado. Se ve además a través de su Libro que el paisaje le encanta.

Yo lo creo ¡Y tanto! Soy un enamorado de las nubes, del mar, de los árboles, de las peñas y sus coloraciones y en fin de los ingredientes que lo forman. En nuestra tierra hay de todo eso como para vivir en perenne expectación…

Nos sigue manifestando que no sabe que fines persiguió al escribir su libro, que lo hizo por amor y lo que así se hace no se puede explicar con palabras, Cree que Dios movió su mano para escribirlo; dándole un empujoncito como el padre a su hijito al dar los primeros pasos… con cierto cariño.

Los proyectos para el futuro, lo de siempre; estudiar. Quizá – dice – no sirva ya para otra cosa. Para mi Asturias y especialmente nuestra zona es un problema planteado. Hay que hacer lo posible por resolverlo. Unos en el aspecto social y político, los otros en lo artístico y cada cual lo mejor que pueda.

A una última pregunta nos responde así: Tengo especial interés en darle las gracias a Vd. que me asoma al “PROGRESO DE ASTURIAS» de la Habana, y aprovecho la oportunidad de saludar a los lectores, de esta revista tan amena y llena de amor para Asturias y para España.

LAS RIBERAS DEL EO. 13-7-1957. Sobre el libro «Hacia la ría del Eo»

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LAS RIBERAS DEL EO. 13-7-1957. Hacia la ría del Eo. Ensayos de amor y otras cosas.

Por J. Rodríguez Fernández. Presbítero. Vegadeo

Alejandro Sela, un buen día, no sabemos si de día o de noche, nació en Vilavedelle. Si fue de día, el horóscopo no pudo ser más excelente, porque sus ojos, ojos picarescos, al abrirse a la luz, vieron un hermoso paisaje, anchuroso panorama: una ría, una ensenada, frondosos pinares, los de Granda y Punta de Veloso, prados y tierras que en la ensenada de Vilavedelle se abrazan y se hacen una misma cosa con el mar. Más abajo, un riachuelo que baja del monte, entre los caseríos de Iramola y Lantoira. En una cima, la ermita de Nuestra Señora del 8 de Setiembre, que tuvo antaño una fiesta muy rumbosa, como la de la Virgen del Camino de Ribadeo, como la de Porcia, que rivalizaban en vistosidad y en elegancia espiritual. Sí, misticismo y elegancia de aquellos tiempos que aún nosotros conocimos, han desaparecido. En aquel ambiente silencioso, pueblerino, de hermosas perspectivas, se despertó en el alma tierna, candorosa, de Alejandro Sela, el sentimiento de lo bello. Comenzó a amar intensamente.

Y ese sentimiento del Amor no le abandonó nunca. Su signo es el Amor. Le subyuga. Lo lleva muy hondo, muy metido en el alma. Y cuando se ama, se hacen cosas grandes. Del corazón repercute el amor en todas las cosas, en las más pequeñas, en los afectos personales, en la visión del paisaje. Ese Amor es un éxtasis cuando se contempla la Naturaleza. Sin caer en el panteísmo, decimos que Dios está en la Naturaleza y la Naturaleza en Dios. Es un reflejo del Amor increado; Dios es la primera causa de todo lo Bello. Se derrama de su infinitud, de su divinidad creadora y omnipotente. Sentir el misterio oculto del Amor en nuestro ser, es un regalo de Dios. Este don lo depositó Dios, con mano pródiga, en el alma de Alejandro Sela. Desde su niñez le conocemos. Y le conocemos mejor aún, ahora, en este preciso momento a través de las hermosas y juguetonas páginas de este libro, de reciente publicación. Nos fue gratísima su lectura. Algo entrañable para nosotros mismos, porque es nuestro, el paisaje, las perspectivas, el panorama, los pueblos, las costumbres, los tipos humanos, con quienes nos encontramos todos los días, con quienes hemos hablado ayer y hablamos hoy. Los capítulos, Gente Buena, El Jabalí que mató “El Tapón”, La Searila, son un encanto de ternura. La Searila no es de hoy. Pertenece ya a la Historia. Pero la estamos viviendo. Como si nos encontráramos a cada momento con D. Antonio Cuervo, el protagonista enamorado, y con Maria Rosa Pérez Castropol. Vivieron los dos enamorados para el Amor, y de amor murieron. Los caminos que los dos transitaron, los transitamos nosotros hoy. La casona, o casua, de Fondón y el palacio señorial de la Galea Baja, nos son familiares. En la parte alta del Campo Santo de Piantón, allí yacen los restos mortales de quienes tanto se amaron. Nuestros ojos se dirigen siempre, y tras la mirada tierna, nuestro corazón, como una plegaria, hacia aquella sepultura que recoge la envoltura de aquellas dos almas, que pasaron por este mundo en un delirio de Amor. Interesante es este capítulo del libro de Alejandro Sela. Es interesante todo el libro. Su aparición acrece la bibliografía, de lo que se viene escribiendo en los pueblos loarlos, por los escritores jóvenes, por los escritores viejos. Alejandro Sela escribe primorosamente. Otra faceta de su estilo, sencillo, claro, elegante, es la cualidad del buen humor, humor sano, espontáneo, que huye de su propia fibra, sentimental. Como escritor cultiva lo que tanto gusta a los lectores de hoy, la literatura costumbrista. Mesonero Romanos fue el gran maestro de esta literatura. Después del autor de las Escenas Matritenses, otros escritores españoles le han seguido. A esta familia pertenece Alejandro Sela. Serán, quizá, porque a nosotros nos agrada mucho. Y también a los aficionados a la literatura. Cultivemos el costumbrismo.

YA. 7-7-1957. Sobre el libro “Hacia la ría del Eo”

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YA. 7-7-1957. “Hacia la ría del Eo”.-Navia, 1957. Ensayos breves de amor y más cosas. Por Alejandro Sela. Imprenta Boada de Luarca, 1957. 103 páginas. Con 15 fotografías.

Por R. Barce

Los pequeños trabajos agrupados en este librito – pulcra, bellamente editado – se refieren a temas asturianos: las avellanas, Luarca, la pesca y la caza, Navia; la pintura de Álvaro Delgado, Tapia, la Searila. Historia de amor esta última que el autor califica de “epopeya”, y que tiene por escenario la aldea de Seares.

Alejandro Sela muestra en todo momento verdadera soltura, ingenio y gracia, que no excluyen un aroma de autenticidad casi lírico y una gran justeza y fuerza descriptivas. El paisaje asturiano, los hombres, los árboles, la caza del jabalí son en manos de Alejandro Sela grácil y ligero material literario.

De los pequeños trabajos de que consta «Hacia la ría del Eo» nos parecen los más logrados – además del histórico relato de “La Searila” – la «Salutación a un fresno», las observaciones sobre la pintura de Álvaro Delgado y la descripción de la aldea de Tapia, «pueblo de meseta metido de rondón en la costa asturiana».

PUEBLO. 27-6-1957. sobre el libro “Hacia la ría del Eo”

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PUEBLO. 27-6-1957. ALEJANDRO SELA: «Hacia la ría del Eo».- Navia, 1957.

Por L. A. «Ensayos breves acerca del amor y más cosas» advierte el autor que componen este libro de exquisita variedad y escrito con sencillo y fino estilo. Añadamos nosotros que su número es el de 18 y las otras cosas – descontado el incentivo pasional -, el arte, la caza, la pesca y el paisaje, vistos con devoción y agudeza a través de la zona occidental asturiana, desde Luarca a Ribadeo. Muy breves, muy sentidos y muy interesantes calan hondo en el ánimo del lector – muy especialmente el que resucita el tema de la Searila – y dicen de la nada vulgar calidad literaria de quien los creó. El pequeño volumen, editado con todo esmero, va ilustrado con 15 artísticas fotografías.-

ECO DE LUARCA. 23-6-1957. Premio en el concurso de pintores noveles en Oviedo.

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ECO DE LUARCA. 23-6-1957. Pintores del occidente astur, galardonados

En el I Concurso de Pintores Noveles organizado por la II Quincena Comercial de Oviedo, han obtenido importantes premios la luarquesa Srta. Quetina Alvargonzález, nacida en la Plaza del Maíz de nuestra villa y que en la actualidad vive en Gijón y D. Alejandro Sela, juez Comarcal del vecino pueblo de Navia. Felicitamos a estos artistas y les animamos a continuar en su labor artística.

Fotografía del cuadro premiado de Alejandro Sela, publicada en el Eco de Luarca.