Brindis

Hacia la ría del Eo

Publicado en: Hacia la ría del Eo (1957); (Leído en la cena homenaje que se dio a Delgado en el Hotel Mercedes el 8 de octubre de 1955)

Acuarelas de Álvaro Delgado, en vuestro honor levanto mi copa, brindo por vosotras.

Pero esto, más que brindis, es una despedida. Os vais. Vuestro padrecito Álvaro os embalará con cuidado y os iréis a Madrid. Y de Madrid, Dios sabe a dónde… Saldréis pronto, antes de lo que yo quisiera. Os cogí cariño. Al saber vuestra ida, no lo puedo evitar, me pongo triste…

Ya he dicho quién es vuestro padre. Y vuestra madre… vuestra madre… es Navia. Sois hijas de los desposorios de un artista con una villa asturiana.

Debo ser sincero y hablar claro. Os parecéis más a vuestra madre que a vuestro padre. De éste acreditáis el pulso firme, sereno y resuelto. Pero, de ella, sois su vivo retrato. Tenéis la faz sonriente, llena de hermosura y encanto. A donde quiera que vayáis, iréis pregonando su belleza.

Vuestra madre, como yo, tendrá pena. Las madres siempre sienten la ausencia de sus hijas. Pero este sentimiento, ese dolor, tiene una compensación íntima muy honda. Es el orgullo de saber que fueron fecundas, que alumbraron seres, que regalaron vida…

Sois muchas hermanas, fruto de un solo verano. Todas diferentes y, sin embargo, ¡qué parecidas!. Unas tiráis a verde aceitunado, otras a rosa, otras a azul… Pero en cualquier caso sois transparentes y brillantes. Parecéis novias en la mañana de su boda. Cuando se recibe el último beso que se da a la pureza y, a veces, a la inocencia…

¡Oh, playa de Navia, con tus casetitas a rayas de colores! Te vas y te quedas. Te quedas para sufrir, en invierno, los chubascos y los cierzos crueles del Cantábrico. Y te vas, porque Álvaro te lleva con encajes de la ola rota y espíritu de verano.

¡Quién fuera mujer! y tuviera una edad “curiosa”. Si yo lo fuera, me iría a la playa que pintó Álvaro. Me tumbaría en la arena y miraría, anhelante, el horizonte, por donde vendría, de fijo un barco con las blancas velas desplegadas.

Y el barco velero ¿qué traería? ¡qué iba a traer! En ese barco de vela vendría… mi amor…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *