Publicado en: Inédito
Una niebla espesa, gris plomo, envolvía el ambiente.
Suenan las poleas de una grúa, que carga – en una lancha – y descarga – en el muelle – arena traída de la playa. Se siente como un roce, el paleo de los hombres en la arena.
Pasa por el puente embragando y desembragando un camión cargado.
Las aguas de la dársena se mueven suavemente. Hay en algunas partes, sobre ellas, manchas aceitosas. Las lanchas y los botes están todos atados a los muelles por largos cabos.
Anochece. Alguna luz comienza a alumbrar. Los hilos del teléfono se disuelven en la bruma.
No está frío ni caliente.
Está así.
Nostalgia y sensibilidad