Publicado en: Turismo y Vida. Octubre-1971
por ALEJANDRO SELA
El autor de esta nueva sección es abogado, juez y perito agrícola. Además, viajero incesante de nuestras tierras y catador especializado y prudente de los frutos de Baco. Su sección será amena y orientadora. Por una vez, la venia la tiene el magistrado.
Yo, en materia de turismo, soy un self made man, como diría un norteamericano. Es decir, que me hice a mí mismo.
He aprendido a comprender y conocer Asturias, mi región, yéndome alguna vez a pasar unos días por Andalucita… Ortega y Gasset, para ver catedrales, según los casos, se separaba de ellas lo más posible. Se ve con los ojos. Y se mira con el pensamiento.
Como conejillo, viajero. Haga usted tertulia con la gente que se en encuentre por los caminos. Hable con pastores, camareras y mozos de cuerda. Y verá que hay una universidad, no encarecida debidamente, esparcida por todo el suelo español. Y no olvide que el oro siempre aparece con su ganga.
Con la venia de las señoras, maridos, compañeros, visitad, aunque no sea mucho, algún cabaret. Y os daréis cuenta de cómo está el patio… Pero, por favor, evitad el pecado. Haciéndolo así, la virtud viene sola, sin esfuerzo Conviene, con fines culturales, alternar con las mujeres más hermosas que encontréis por los pueblos. Al cabo de algún tiempo, al final de una tournée, os daréis cuenta de que quedó en nuestra casa una mujer impresionante. Cuando se es caballero, no hay cuidado…
Los maridos, cuando vemos mujeres de “aúpa”, tenemos un derecho inalienable. El derecho a suspirar. El suspiro es, a la larga y a la corta, emoción. Y esta tiene, sin duda, su cotización en la bolsa de la vida.
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He tenido y tengo le costumbre de estudiar en los cafés. Al estilo de la antigua bohemia. Y mis convecinos cuando me ven me dicen:
– Vives como un rajá.
Y no es cierto. Ahora, al iniciar mi colaboración turístico-vinícola en esta honrosa tribuna, sí creo que voy a vivir como un rajá. Pero con todas las ventajas y sin ninguno de sus inconvenientes.
Es principal ventaja, la comunión espiritual, a distancia, con miles de mujeres, mis posibles lectoras estupendísimas. Y si no son estupendas, serán muy guapas. Todo vale. Esto, como ilusión, es reconfortante.
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No olvido lo que me trae aquí, el vino. Voy a contar un cuento relativo a él.
Una vez, hallándome en una región española tomando unos vasos alguien me dijo:
– Estos vinos son especiales para tomar con mariscos.
– ¿Eso es verdad o es slogan? – dije.
– Las dos cosas.
– Pues yo sé un slogan que puede ser más eficaz.
– ¿Cuál?
– Los vinos de la región X tomados al lado de doña Claudia Cardinale son muy ricos.