Publicado en: Inédito
Padre e hijo… Bote grande y bote pequeño. Serviciales y atentos esperan la llegada del “marino” para ir de voleo hacia Trelles o Porto. Entretanto ahí se quedan en un rincón moviéndose de balanceo. Las aguas de la ría parece que tienen el azogue deshaciéndose. Claro, las nordesías que las producen vienen por rachas.