Publicado en: Inédito
Caballos como estos arrimados a una pared desconchada se ven todavía… Son de alguien de las brañas, de Busmargalí o el Vidural. Son caballos de carga. Y los días de mercado, de silla. Así están, en horas de sol, sujetos por una cuerda que se ata a una argolla que hay en la pared desconchada. Así se pasan la espera pacientes, dando patadas hacia adelante en busca de esa mosca montuna y pegajosa que les pica donde más les duele… Sus crines y sus colas largas