LA VOZ DE ASTURIAS. 6-8-1965. Alejandro Sela, pintor y poeta
Por MARK
Nace Alejandro Sela en un día del mes de febrero correspondiente al de San Valentín, patrono de los enamorados, en un pueblecito cercano a Castropol, donde tiene su casa solariega asomándose al horizonte hermoso y recortado de la ría del Eo, en el que se reflejan en sus aguas, Ribadeo, las Figueras y Castropol. Este último es patria de poetas, artistas y jurisconsultos.
Lleva plantados muchos árboles que cuida personalmente. Él asegura que todo hombre debe de plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo.
En su faceta literaria tiene dos libros de ensayos, muy bien acogidos por los críticos, «Hacia la ría del Eo» y «De vuelta del Eo», en los que recoge temas del amor, el paisaje, costumbres, personajes. Puede afirmarse que la alianza «amor-paisaje» es, si así se puede decir, el fundamento filosófico de su vida.
Cultiva la pintura por pura afición. Nunca vendió ninguno de sus cuadros y ha viajado por toda España buscando siempre nuevos ángulos de visión, para centrarlos con las bellezas de Asturias. Ha sido uno de los mejores propagandistas de la zona Occidental en las radios de Paris, Suecia y Holanda. Es hombre de pocos amigos. Se encuentra bien en la soledad, porque ella da fecundidad al pensamiento. Se divierte solo. Es perito mercantil y licenciado en derecho. Referente al amor es su lema la fórmula quevedesca.
Amo y no espero
porque adoro amando.
Su pintura es de aliento poético. Hizo una exposición de Vegadeo donde presentó 18 cuadros. Resumiendo digamos que su trabajo literario es soberbio, ameno, porque en pocas palabras dice lo que desea, decir.